miércoles, 29 de febrero de 2012

DRA. ELVIRA RAWSON DE DELLEPIANE


Fue una de las primeras médicas de la República, exactamente la tercera. Y fue un ejemplo para todos, una gloria nacional, modesta, sencilla y, objetivamente, una auténtica heroína.
Falleció el 4 de junio de 1954 en la ciudad de Buenos Aires.
Varios autores coinciden en señalar el 19 de abril de 1867 como la fecha de su nacimiento. Según el diario “La Nación”, nació en Mendoza. Edit Rosalía Gallo y Lily Sosa de Newton, indican que nació en Junín, provincia de Buenos Aires. RAWSON DE DELLEPIANE, Doctora Elvira ( 1867-1954) Elvira Rawson   desde su humanitaria y corajuda participación salvando vidas, siendo estudiante de Medicina en la Universidad de Buenos Aires, en las jornadas heroicas y muy peligrosas de la Revolución del 26 de julio de 1890.-
Allí, en esos días donde tronaban cañones y fusiles, la joven Elvira, sorteando mil peligros, se portó como una heroína, actos que fueron el prólogo de una muy larga vida, cuajada de ejemplos escasamente imitados.           
En esos días trágicos, se la vio correr a la casi niña Elvira Rawson, de un lado a otro, en las precarias ambulancias de esos tiempos, curando, calmando, “…esa estudiante de 23 años de edad curó y socorrió a los heridos, sin tregua ni descanso durante tres jornadas completas, con verdadero valor, tal vez sin saber que había testigos de su obra. El jefe del hospital de sangre establecido en el parque,….expresaba en el parte que dirigía al general Manuel Campos: ‘Recomendable es, tambien, señor general, la conducta de la señorita Rawson, estudiante de medicina, la que en los últimos días, nos acompañó con celo digno de todo aplauso, cuidando con solicitud y contracción a nuestros heridos…”El mismo general Manuel Campos expresó en su informe “No debo pasar adelante sin mencionar antes entre las personas que han prestado su consagración a los heridos, a la señorita Rawson, estudiante de medicina, que con su noble ejemplo animaba a los heridos y que allí en ese campo de desolación, era la digna representante de la mujer argentina, siempre pronta a la caridad y al sacrificio…” 
“Apenas dos meses después de estos hechos, a raíz de su destacada actuación, Leandro Alem le obsequiba un reloj de oro y un pergamino como un homenaje a los meritorios servicios prestados entre los héroes de las jornadas del Parque. Lo hacía durante el acto celebrado un 1º de septiembre de aquel mismo año en el Teatro Politeama, el mas grande de Buenos Aires. Allí se reunían todos para celebrar con honor el prirmer aniversario de la fundación de la Unión Cívica. El edificio había quedado repleto, una verdadera multitud quería participar de la fiesta. Una banda de música ubicada a la entrada tocó desde las siete hasta las nueve de la noche conjugando sus acordes con aquellos que provenían de la orquesta de 60 músicos que se encontraban convenientemente distribuídos en su interior. Hablaron Barraetaveña, Varangot, Mantilla, Castellanos, Lastra, también la señorita Elvira Rawson pronunció un discurso que quedó transcripto en el libro Unión Cívica:

“Cívicos: La mujer argentina no ha podido acallar en su alma el grito de júbilo y aplauso sincero, que desde un extremo al otro de la República, ha despertado unánime esa legión de patriotas que se llama Unión Cívica.”
“Envuelta en esa oleada de entusiasmo, me ha cabido el honor de ser la intérprete de sus ideas, y no es preciso que diga si orgullosa y complacida acepté la misión…Creíamos en el patriotismo, la virilidad y el valor eran recuerdos de otros tiempos que pasaron para nunca más volver., y cuanto mas el desaliento nos invadía, habéis venido a probar que sois dignos herederos del sacro nombre que nos legaron nuestros padres. Os habíamos hecho una injusticia, y hoy, complacidas, venimos a devolveros vuestro crédito. ¡Al fin sois argentinos.”
“Allí mismo Alem, que se encontraba enfermo, se sobrepuso a este impedimento porque quería dar una respuesta personal a quien acababa de oír, al menos a través de una breve alocución con que ensalzó la misión e influencia, así como los sentimientos patrióticos de la mujer argentina.” (1)
Así comenzó, en circunstancias a la par que históricas, muy dolorosas el compromiso de Elvira Rawson con la democracia y específicamente con la Unión Cívica Radical, que se mantuvo enhiesta, líneal, de bajo perfil, pues jamás estuvo montada en la publicidad ni cosa parecida y sin cuartos intermedios hasta el final de su larga vida.
 La doctora Elvira Rawson de Dellepiane, madre de diez hijos, maestra, médica ejemplar, bregó sin cansancio, sin rendirse por la libertad, combatió al fascismo, se solidarizo, por cierto con la lucha republicana en la Guerra Civil Española, defendió ardorosamente por medio de múltiples iniciativas los derechos de la mujer y sufrió todas las molestias que los déspotas reservan a los que, para ellos, peligrosos seres que solo ansían la libertad.
Propuso modificaciones al Código Civil, algunos de los cuales fueron adoptados para ser plasmados en proyectos por varios diputados nacionales de la U.C.R. entre ellos por el doctor Rogelio Araya, a la sazón presidente del Comité Nacional de la UCR.
Vivió, la gran ciudadana hasta ver consagrado el voto femenino. No desempeñó cargo electivo alguno. Seguramente sus altos años la ponían por encima de esas candidaturas que hubiese desempeñado con enorme capacidad y honor.


(1) S/ Elvira Rawson cfr. de la Lic. Edit Rosalía Gallo de Giacobone “Las mujeres en el radicalismo Argentino 1890-1991”, EUDEBa, Buenos Aires, 1991, págs. 15 y sgts..

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